A las niñas siempre nos dicen: cuidado de los hombres malos, abusivos, violentos, viciosos etc, etc, etc. No es fácil detectarlos. A veces su
Del que no nos advierten es del hombre IKEA.
Es un diamantito en bruto.
¿Pero por qué nos deberían alertar de un chico, en esencia, bueno?
Porque es modelo DIY, flaquita. Acá el mueble te vino desarmadito y depende de tu ingenio y tu muñeca juntar las piezas
Tan temible y peligroso como el Kraken gutapercheado, el niño IKEA puede que haya viajado medio mundo, aprendido a hablar 7 lenguas y 18 dialectos...pero no sabe decir NO en ninguno.
El chico IKEA es un embrollito de emociones, dudas, miedos... como todos nosotros en verdad. Si los conflictos fueran impuestos, la SUNAT ya le hubiera caído hace rato. El problema es que le da pavor salir de ese status quo socrático de "solo sé que nada sé" porque, ahora que lo piensas, es bien cómodo no tener que construirte a ti mismo. Que alguien más te ajuste los engranajes. Total, si sale chueca la cosa, no es tu culpa.
OJO:
Estos chicos pueden quererte con todo su corazoncito, aumentar tu riesgo diabético a punta de cupcakes, crear una inmunidad al polen de tanto Rosatel que ha mandado a tu casa (ya le falta comprar todas las acciones de la tienda). No dudes que te quiere. No dudes que tiene de buenas intenciones. Pero preguntarse si te tendrá más tiempo armándolo que amándolo mientras tú solita te tienes que ir armando también...
Cuidadito nomás.
La XX
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