martes, 23 de abril de 2013

Enciclopedia XX: Las mujeres según Game of Thrones


La siguiente entrada va para todos aquellos vástagos que están persiguiendo o siendo perseguidos por una doncella. Si algo aprendemos de HBO los domingos en la noche es que G.R.R. Martin (es un sádico madafaka) sabe bastante de la humanidad, ergo, de las mujeres. Si pudiéramos categorizar a una mujer según las familias de Westeros, nos quedaríamos con algo parecido a esto: 


La Lannister: 

Le llega al nabo que no tiene que estés con flaca hace cinco años, Si quiere contigo va a cerruchar cuanto sea necesario para tenerte a su costado. No le importa quedar como gata leona fiera ante las demás damas de Westeros. Hace alarde de sus nuevas 32C mejores atributos para hipnotizar a la presa y atraerla. Eso sí, es altamente caprichosa y traicionera. Una vez que se cansa de roerte los huesos, es posible que te bote para buscar a alguien más para saciar su hambre. Caballeros, han sido advertidos. 

La Stark: 

A primera vista es fría y seria, pero una vez que la conoces resulta bastante simpática y honesta. Al pobre que le toque cortejar a esta dama, tendrá que tener en cuenta que ella tiene los principios más puestos que tú los calzoncillos. Ejemplo: si planeas emborracharla en Aura para que te atraque más facil, o la tienes en la mira como plan rebound, lo más probable es que falles en tu estrategia y te tengas que retirar con el rabo entre las patas. Los pocos que logran vencer el helado invierno se encontrarán con una persona honrada y totalmente dedicada a hacerlos felices. Allá tú que puedas prender la antorcha. 

La Tyrell: 

Tan ambiciosa como una Lannister, pero esta sabe poner cara de buenita. Detrás de esa carita de Pinkberry con pura gomita de topping existe una mujer que sabe exactamente lo que quiere. Va a hacerse BFF de tus amigas mujeres y cómplice de tus amigos hombres para que a la larga todos los caminos lleven a tí. Pero antes de que se te suban los humos, cabe resaltar que lo hace porque quiere sacar algún provecho de tí. Solito sin darte cuenta te has gastado cinco sueldos en zapatos de marca, idas al cine y comidas en el Hanzo... eso si es que su mira no está en tu mejor amigo. Sonaste. 

La Baratheon: 

Si te decides por uno de estos ejemplares, dile hasta la vista, baby a todas tus "mejores amigas" ya que esta damisela no soporta rivales. Es regia y la adoras pero ella quiere ser la única mujer parada a veinte millas a la redonda de donde tú estes. Ya no recuerdas cual fue la última vez que saliste a chelear o jugar play con tus amigos. El temperamento de esta chica no te dejará libre ni por un segundo. Advertencia: puede acudir a la magia negra o algún chamán para que les haga un amarre si no atracas a la primera. 

La Greyjoy: 

También conocida como la sacavueltera. No tiene claro lo que quiere en la fakin vida una relación así que en un segundo puedes pasar de ser el mejor confidente al mejor enemigo. Tiene sentimientos encontrados respecto a exes y  amores platónicos y te podría suplantar por estos en cualquier momento. Hay que reconocerlo, puede que en el fondo tenga un quark de moral pero la falta de seguirdad en sí misma hace que su ánimo varíe como la marea. Depende de tí si te dejas arrastrar o no. 

La Targaryen: 

Esta es la que viene con ejército de fondo. Su carisma o el hecho que arma juergas buenazas todos los viernes ha atraído a masas de BFFs para que la ayuden a conquistar al macho en cuestión. Experta estratega, no tiene miedo en meterse al lodo para gilear pero siempre con clase y respeto. A diferencia de las flacas overly attached mencionadas previamente, ésta sí tiene cerebro. Si no le liga, se retira con la cabeza en alto y fin de la cuestión. Es como si fuera permeable al fuego de todas las miradas envidiosas que le lanzan. Eso sí, si te pasas de vivo con ella, prepárate que sale la crazy bitch el Dracarys que lleva adentro y te quedas tarareando The Rains of Castamere por el resto de tu vida.


BONUS: 

La Beyond the Wall:

La platónica que está más allá de tu alcance. Puede que se muera por tí y vice versa pero siempre hay algo que los impide estar. Quizás fue la ex o la platónica de tu causa y no quieres traicionarlo, pero que las chispas vuelan, vuelan. 

domingo, 21 de abril de 2013

Por qué carajo Summer dejó a Tom (y cómo evitar que te pase... de nuevo)


Según Scott Neustadter (aka. El hombre que parió el guión de [500] days of Summer), toda la trama se basó en una relación que sostuvo en la vida real con una tal Jenny Beckman.

Bitch.

En un sondeo (imaginario) realizado entre el 2009 y hoy, el 99.98% de los hombres que vieron la película describieron al personaje de la Deschanel como “Aj, perraza”.

¡Obvio!, Si la tremenda calienta bolas se metió con el pobre e indefenso Tom para luego desecharlo como un tampax y largarse con otro ¿no? O sea, yo sé, a ti todos les ha pasado y es la webada más fea, broder. Así son las flacas. Vao a Matadero, a ahogar las penas.

Pues no, mi estimado Sciurus Vulgaris aka Ardilla en Celo, Summer (o Jenny Beckman) no era una perra... (y es más facil que descubran Atlantis antes de que te ligue un rebound decente en Matadero)... era una mujer perspicaz.

A pesar de que te identifiques con él, Joseph Gordon-Carechibolo-Levitt tampoco es tu Super Yo mejorado. Es tan sol un mínimo estereotipo de los Young Adults del siglo XXI que curiosamente esconde el 99.98% (no imaginario) de razones por las cuales simplemente no te atraca. Aquí los síntomas de por qué tu última relación terminó con Hero de Regina Spektor de fondo musical.


  1. Te vistes como si tuvieras 7 años:
No, quizás tu mami ya no te viste con overol de OshKosh B’gosh pero una vez que deja de hacerlo, el atuendo diario de un hombre entre los 8 y 29 años es tan variado como logo de la General Electric en los últimos cien años. O sea, el combo jeans, zapatillas, polo y un Terno Todo Terreno que sirve para, bueno, todo: chamba/confirma/matri/prom. La única vez que sales a comprarte ropa es cuando tu vieja te obliga o el hueco en [insert name of garment here] ya no se puede caletear.

Tom y su pinta de recursero hipster tampoco funcionaba. Conclusión: Hazle un favor a la humanidad y deja de vestirte como los chibolos de Rocket Power. Cómprate un fakin blazer.


  1. Te haces el que te la sabes todas aka. no tienes gustos propios:
Manya, le gusta la música indie, las pelis caletas y lee a Nish (o sea Nietzsche). Procedes entonces a presionar inmediatamente Delete en tu carpeta de Intereses Personales y devorar Terabytes enteros de todo lo que le podría interesar a la susodicha. ¿Para qué?

Para que después puedas lucirte frente a ella como un prepotente (con cara de You Must Be New Here) con toda tu sabiduría sobre la Eusebio Sábato o era Ermenegildo?, Flight of The Concords y webadas por el estilo. Eso no sólo acabará intimidándola sino que dejará en evidencia el siguiente síntoma:


  1. Te llega al pincho tu carrera/chamba y tu nivel motivacional se aproxima al cero absoluto.
Si crees que Tom era el Ultimate Victim of the Century y el mesías de los solteros, take a closer look. El pata se había soplado una carrera de arquitortura entera para terminar chambeando en la empresa de trogloditas que inventó “Hoops & Yoyo”.  Eso a una mujer y a la humanidad entera le huele a algo: Alpinchismo.

¿Será que a la larga me mande al mismo tacho que todas sus maquetas y trabajos de taller? Who knows, girl. Mejor no arriesgarse.


  1. Juras que tus patas son Love Gurus.
A menos que seas BFF de Morgan Freeman o Al Pacino, puede que los consejos de tus patas sean half-hearted y que estén diseñados para que ellos se vacilen mientras tú haces el ridículo. En las comedias románticas y Ted nunca falta el amigo imbécil que cambió las bolas por un llaverito de Bros before Hoes y te hace creer que cualquier mujer no es más que una comodidad sexual fácilmente reemplazable. ¿Quién está usando a quién como tampax ahora?

  1. Ves demasiado porno:
Te tengo una noticia que quizás te duela tanto como cuando te dijeron que Papá Noel no existía: La vida no es tan “bonita” como el minuto cuarenta y ocho que duró tu muestra gratis de [insert adult site here]. Si juras que todas las chicas son unas dominatrix natas que no conocen la palabra consecuencia o precaución, es porque probablemente no eres lo suficiente maduro para estar con una. Que la mujer en cuestión te haya mirado/hablado/sacado a bailar no significa necesariamente que quiera the D ni ninguna otra letra de tu abecedarioLamento ser tu versión femenina de Morpheus pero la pastillita roja para salir de la Matrix es la siguiente: Si quieres llegar a algo vas a tener que chambearla un poquito bastante más.

  1. Te precipitas a la velocidad del neutrino:
La invitaste a salir y ya le estás escribiendo una oda? Fueron dos veces al cine y te imaginas lo hermosa que se verá en su vestido de novia? Van a IKEA o su equivalente lorcho y ya te imaginas a los dos viviendo en una hermosa casita de los suburbios con una Chinese Family incluída? Entonces mi querido Stanley Kubrik, métele un ralentí a tus 35mm y organiza tus prioridades que están más inestables que juego de Jenga después de 5 shots.  Pero tampoco es para que nos vayamos al otro extemo, es decir:

  1. La craneas como si Rodin te hubiera procreado:
Self explainatory. La razón magna de por qué Summer se aterró de Tom y lo dejó más plantado que ficus en el mercado de Santa Rosa es porque el pata se hacía demasiadas bolas. Pensarla en exceso es síntoma de baja auto-estima, así como pensarla poco y sucumbir al paso 6 es síntoma de inestabilidad mental.

Si encuentras que te tiemblan las manos al responderle un WhatsApp o te psicoseas cuando pasa al lado tuyo, alto ahí. Algo no está bien. No, con ella no. CONTIGO

Tal vez no te estás dando el espacio que necesitas. Estás haciendo tarjetitas de San Valentín cuando deberías estar construyendo lofts en Manhattan o viceversa. Es por eso que terminas metiendo las cuatro patas a fondo y las flacas salen totalmente despavoridas. It’s time to put some balls on y aprender a usar las armas que sí sabes usar.  

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Así que ya sabes. Antes de condenar a tu Summer a los mil infiernos o ir de frente a buscar a tu Autumn pa' que se repita la historia, date un auto bro-slap y considera esto: Si las mujeres nos esforzamos en caminar en taco 12, lo mínimo que puede hacer un hombre es usar la cabeza no, esa no, la de arriba y tomar en cuenta estos pasos antes de lanzarse al vórtex.

Con Amor Narcótico,
La Doble X